A continuación voy a exponer cuáles son para mí las causas del fracaso escolar en España. Algunos apuntan a los profesores como causantes del fracaso, otros a los padres, otros señalan a los políticos, otros tan sólo dicen: ¡es que los nenes de ahora...! como si nos enfrentáramos a una generación que de forma espontánea hubiera nacido más tonta, chapucera y maleducada. Lejos de estas opiniones aisladas y sin fundamento, vamos a tarea de analizar el problema. Os pido vuestra colaboración: si a alguno se le ocurre algo más, que lo escriba en "comentarios". Si alguien no está de acuerdo en algo, que lo escriba también. Gracias. ¡Todos juntos podemos!
En primer lugar las voy a escribir de forma esquemática para el que tenga prisa y no pueda leer todo lo que tengo preparado o simplemente para el que no tenga ganas de seguir leyendo:
1- FALTA DE DISCIPLINA que se solucionaría con:
- Recuperación de los valores humanos que la sociedad ha perdido.
- Apoyo a los profesores, y, en general, a la enseñanza.
- Reducción de alumnos por clase.
2- ORDENACIÓN DE ENSEÑANZAS QUE A VECES NO TIENEN NI PIES NI CABEZA (lo que da lugar, por ejemplo, a que se pueda pasar de curso con todo suspenso cuando se trata de un repetidor). Se solucionaria del siguiente modo:
- La normativa de educación (la que afecta al alumnado) deben hacerla los profesores, psicólogos, y demás especialistas que trabajan en los centros escolares sin perder de vista que la cultura del esfuerzo se debe cultivar, así como los valores de los que ya he hablado.
3- FALTA DE APOYO PARA ATENDER A LA DIVERSIDAD. Propongo como solución:
- Más medios y apoyo para la comunidad educativa para que pueda llevar lo mejor posible la tarea tan ardua que es atender a la diversidad en aulas en las que puede llegar a haber 4 ó 5 nacionalidades distintas y 4 ó 5 peculiaridades distintas (niños con TDAH, niños con hipoacusia, síndromes de asperger, de down, etc.)
- Reducción de alumnos por clase.
Y ahora el tostón del desarrollo, pa´ el que quiera leer más:
1º- La falta de disciplina
es uno de los factores más importantes que
han ocasionado el fracaso de la escuela, y tiene bastante que ver con los
mecanismos del mercado y la crisis de valores a la que hemos llegado tras años
de mercadear sin escrúpulos.
A los mercados les interesa tener el mayor número de
compradores posible: así, por ejemplo, en el mundo musical se creó el fenómeno
Elvis Presley allá por los años 50 del siglo XX (curiosamente después de la II
Guerra Mundial), naciendo con él un estilo de música para los jóvenes en especial, que no sólo vendía música
sino también ropa, complementos, estilo de peinado, actitudes, estilos de vida
en los que el alcohol y las drogas eran fundamentales, etc.
A partir de aproximadamente este momento, los jóvenes
comenzaron a ser clientes del mercado. La máxima es: que todo el mundo consuma
cosas, cuantas más mejor. Y con esto se les ha convertido en clientes de la
sociedad de consumo y se les ha inculcado el hábito de comprar y comprar aunque
no haya ninguna necesidad. Se ha querido hacer de los jóvenes grandes
consumidores, para lo cual ha sido necesario convertirlos en los reyes- reinas
de la casa, para que luego tenga que venir Supernanny a arreglar los desastres
ocasionados por esta práctica.
Cuando mis padres eran pequeños, nadie les preguntaba nunca
qué era lo que querían ni lo que sentían. No se les prestaba atención en ningún
sentido que no fuera casi el estrictamente alimenticio. No les doraban la
píldora sino que les azuzaban para que mejoraran, ya fuera por la situación
personal de sus familias o simplemente por educación. Ahora, como en muchos
aspectos, nos hemos pasado del “calvo” al “con tres pelucas”, y se les pregunta
a los hijos no sólo, por ejemplo, qué quieren de comer, sino casi “¿qué quieres
que coman los papis?”, lo que genera en los niños un sentimiento de
superioridad antes inédito. No se crea un ambiente de auto superación, se les hace creer en muchos casos que ya lo tienen
todo conseguido. Aquí además afecta mucho la estructura social que el sistema
económico ha generado, por lo que las familias tienen pocos hijos y muy
mimados, por lo desatendidos que suelen estar.
La “globalización” para mí es un concepto negativo. Según el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua, globalización es la “Tendencia de los mercados y de
las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las
fronteras nacionales”. Como consecuencia de ella, por ejemplo, todos los
jóvenes del mundo visten con ropa de franquicias del grupo Inditex, siguen las
mismas modas: se uniformizan las costumbres y las modas en favor del gran
capital, para que los dueños de estas empresas puedan abarcar más mercado,
poniendo tiendas en todas partes del mundo. Del mismo modo operan con otros
productos, incluida la alimentación, etc.
Nuestro sistema económico, además, fomenta que los padres no
puedan conciliar vida laboral y vida familiar. En consecuencia los estudiantes
pasan horas solos en casa, tragando TV en ocasiones muy nociva, jugando a la play o chateando y enviando fotos en las
redes sociales (algunos envían fotos en posturas inapropiadas, que ésta es
otra: es la generación más descarada y confiada de la historia, lo cual es un
peligro para ellos. No respetan su intimidad. “Gran Hermano” hizo estragos).
Quiero decir con esto que, esta desatención que tan cara nos está saliendo, es culpa del modelo chinesco al que nos acercamos: las parejas se pasan el día
trabajando para, entre otras cosas, pagar la desorbitada e inhumana hipoteca.
Cuando llegan a casa no tienen energía para reprocharle a sus hijos todo lo que
han hecho mal. Lejos de esto, les compran el capricho que haga falta, y algunos,
echando balones fuera, hasta echan la culpa del fracaso de sus hijos a los
profesores.
A parte de esto, como ha habido durante años una campaña en
contra de los intelectuales, de los pringados que estudiamos en lugar de hacer
negocios, la sociedad, y, por ende, muchos jóvenes no respetan a los profesores
como antaño, así como tampoco se respeta igual a un médico, ni a un arquitecto.
Todo se mide con el mismo patrón: el dinero. Si tienes dinero vales, eres
listo, te lo montas bien.
Por supuesto también estos últimos años ha presenciado la campaña en contra de los funcionarios,
a los que llaman vagos, caraduras, etc. Se equivocan de enemigo y generalizan.
La gente cree que todos los funcionarios responden al estereotipo de
funcionario, que los habrá, pero pocos, de ventanilla, vago, escaqueado, que se
pasa desayunando 3 horas. Esto es generalizar a lo bestia ya que hay todo tipo
de personas en todos los trabajos. El estado funciona gracias a los funcionarios,
de ahí su nombre. Funcionarios son también los de justicia, educación, etc. Hay
muchas clases de funcionarios, no son sólo los de ventanilla, que también hacen
su trabajo.
Por poner un ejemplo de la imposibilidad de escaquearse de la
mayoría de los funcionarios, en la enseñanza, uno no puede desayunar durante 3
horas sin que al menos 2 ó 3 clases de 35 alumnos se enteren y se vean
perjudicados. También es generalizar porque entre los que se pueden escaquear
con facilidad para desayunar largo y tendido habrá miles que no lo hagan.
Siempre se quejan de los más pobreticos: miren en la parte alta de la pirámide
económico- social a ver cómo se tocan los h… algunos a sueldo de marajá. Nos
quieren hacer enemigos entre nosotros para que desviemos la atención y no nos
demos cuenta de los que de verdad se aprovechan. Si a esto le sumamos que
andamos todo el día trabajando, que no hay tiempo ni de pararse a comprobar la
factura de teléfono, apaga y vámonos…Está todo diseñado de pm para tenernos
trabajando como esclavos. Encima ahora nos asustan con la precariedad de nuestros trabajos...
2º. En segundo lugar,
las leyes de educación suelen ser diseñadas por personas que, o bien
nunca han entrado en un aula o hace muchos años que las abandonaron, con lo
cual no suelen ser realistas ni estar bien enfocadas ni proporcionadas. Los políticos parecen preocuparse más de las estadísticas (resultados), que de la realidad, de ahí el plan de calidad (yo lo llamo de "poca calidad"). En
pocas palabras: son un desastre detrás de otro. No se les exige a los alumnos
casi nada, y pobre del que se atreva a mandarle más tarea de la cuenta a los
nenes, que te puede venir un padre y hasta pegarte. Todo esto hace que el nivel
baje.
Una vez tuve una alumna que decía que
su deseo en esta vida era forrarse de dinero- sin esfuerzo, claro está- para
poder comprarse mucha ropa en los centros comerciales. Si es que, teniendo como
modelo a la Victoria Beckhan no puede pensar más. Pero la culpa no es suya, lo
digo de corazón.
El cambio tan rápido de la
normativa de educación está también haciendo bastante daño a los
alumnos, aunque algunos, como las editoriales, se frotarán las manos…
3º.- Hasta hace poco, gracias a cierto
progreso, estudia todo el mundo, es obligatorio hasta los 16 años, y
hemos recibido estos últimos años oleadas de inmigrantes procedentes de diversos países y continentes. La
variedad cultural, que es muy positiva,
ha hecho más compleja la estructura de la escuela, siendo necesarias las adaptaciones
curriculares, ya fuera por desconocimiento del idioma, situación, etc. Estudian
los que tienen más medios. Los que conviven en su casa con
primos, abuelos y tíos, e incluso con cabras no encuentran lugar donde ponerse
a hacer las tareas. En consecuencia, y debido en parte a los todavía hace
tiempo, escasos y mal enfocados medios empleados en educación, hay más gente
que suspende. Lógico: esos que hoy suspenden ayer estaban a los 14 años en la
calle consumiendo droga. De ahí las malas
estadísticas del informe PISA.
Pienso que, por supuesto habría muchas cosas que cambiar en el
actual sistema educativo, y, por supuesto, la LOMCE nunca debería ser llevada a cabo. Supone varios pasos atrás, o algo peor.
Sería ideal:
- Que no hubieran más de 18 alumnos por clase, 36 alumnos es garantía de que no se va a poder dar bien clase: ¡¡¡no se puede mantener la disciplina tan fácil como se hacía en los 80!!! Y hay actividades que no se pueden realizar con tanto niño junto.
- Que no haya asignaturas de una sola hora a la semana, porque
no se aprovecha nada: muchas veces esa asignatura puede caer en día de posibles fiestas (lunes o viernes) y te puedes pasar
semanas y meses sin tener clases de esta asignatura.
- Por supuesto, nunca habría regalado ordenadores portátiles
a los niños: fue un gran gasto que no sirvió para nada positivo. Al revés: tienes que pasarte la clase obligando a los niños a guardar el portátil cuando no
es preciso usarlo. Con un ordenador por clase, habríamos tenido más que suficiente.
Además, con ello se ha colaborado a la educación puramente materialista de los niños,
que se han visto con un regalo más (regalo envenenado) que les dificulta aún más darse cuenta
del gran valor que posee el profesor que tienen en frente. Sigo pensando, en el fondo, que para lo esencial
sólo falta una pizarra y una tiza…
De esto habría mucho más material del que hablar.
TO BE CONTINUED….